Los representantes del Gobierno contienen la respiración por el impacto que puede tener en las acciones, los bonos y el riesgo país de Argentina,después del black monday en Wall Street.
La suba en la tasa de interés de los bonos a 10 años del Tesoro de los EEUU, que llegó al récord del 2,85% anual, provocó un cimbronazo en Wall Street y en las acciones globales. ¿Cómo impactará en una eventual suba del riesgo país?
Como tantas otras veces que Argentina se ha abierto al mundo, en busca de crédito y comercio, hemos quedado involuntariamente sujetos a los caprichos de mercados externos. Todo este fenómeno generó un `flight to quality´ o vuelo a la calidad: muchos de los dólares que salieron de Estados Unidos, aprovechando las altas tasas de interés de países emergentes (como Argentina), decidieron volver, por un mayor rendimiento local, provocando la baja del Merval y la suba del dólar. Por suerte sólo se trató de un día de furia. ¿O no?
Mayor costo del endeudamiento
Un informe de la consultora ACM alerta a los economistas argentinos: “existe un aumento en el costo de financiamiento y además en un mercado en el que los bonos soberanos no tienen demandada. Por eso el ministro de Finanzas, Luis Caputo, hizo bien al anticiparse al cambio de presidente en la Reserva Federal, que fue el primer malestar del mercado. Caputo se adelantó con una colocación en Enero de USD 9.000 millones y así se aseguró un tercio del programa financiero para 2018. El resto probablemente lo tendrá que buscar en dos mercados cada vez más acotados y caros: una parte en el doméstico y otra en el internacional.
Por eso muchos economistas extranjeros nos alertan: Argentina podría ser uno de los países más afectados: por su condición de economía emergente y por su nivel de endeudamiento.
Se le corta el chorro a los países emergentes?
Según señala un reciente estudio del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), los flujos a países emergentes alcanzaron en 2017 los USD 180.000 millones.
En Enero 2018, los países de América Latina, captaron más de USD 7.000 millones y el resto de los mercados emergentes unos USD 19.000 millones en el mismo período. El informe señala que los fondos ingresados se dirigieron en su mayoría a los activos de renta fija como los bonos.
“La fuerte demanda por carry trades financiados en dólares, valoraciones de mercado emergente aún atractivas y una liquidez global que sigue siendo abundante, han apuntalado los flujos a las carteras de mercado emergente, aunque la turbulencia a fines de mes provocó alguna reducción“, explica el Informe del IIF.
De acuerdo con ese estudio, los fondos extranjeros que llegaron a la Argentina para inversiones de cartera durante 2017 fueron unos USD 40.000 millones, una cifra que pone al país a la par de otra sólida economía emergente, como es Turquía.
Entre las amenazas se encuentra un ajuste significativo de las tasas de Estados Unidos y un repunte del dólar a nivel mundial, que podrían desalentar las inversiones en economías emergentes. “Tal vez el mayor riesgo en el horizonte es una administración estadounidense más proteccionista“.
Prueba de fuego
La licitación de un nuevo Bono de la Nación Argentina en Pesos Vencimiento 2019 y de dos series de Letras del Tesoro en Dólares estadounidenses, anunciadas el viernes pasado por el Ministerio de Finanzas, son consideradas por el mercado financiero como la primer prueba de fuego que enfrentará el Gobierno luego de la suba del dólar en el mercado local y el aumento de la tasa de interés a 10 años de los bonos americanos. El Ministerio a cargo de Luis Caputo anuncio que los instrumentos a licitar serán: 1) Bonos de Argentina en pesos con vencimiento 2019, 2) Reapertura de las Letras del Tesoro en Dólares Estadounidenses a un plazo de 196 días por unos USD 500 millones, y 3) Letras del Tesoro en Dólares Estadounidenses a un plazo de 364 días por unos USD 500 millones.
Inflación (pero argentina)
Luego de la suba de tarifas y del dólar, los bancos y consultoras económicas han subido sus expectativas de inflación para 2018.
La inflación esperada para todo el año saltó de 17,4% a 19,4%, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de Enero, que el BCRA dio a conocer el viernes pasado. En febrero se espera una inflación de entre el 2 al 2,5%, según estimaciones previas de algunas consultoras.
El aumento de las expectativas de inflación ocurrió (en enero) cuando el Gobierno anunció que la inflación este año sería mayor a la que había calculado y que recién llegará al 5% de inflación anual en el 2020 (en lugar del 2019, como había anunciado). Para los analistas, el nuevo “recalculando”, es un relajamiento de la política monetaria, traducida en los 150 puntos básicos de baja de la tasa de interés (del 28,75% al 27,25%). Además uno de los factores que explica la mayor expectativa de inflación, es el aumento en el precio del dólar, que en enero subió más de un peso (5,3%).
Tasas y Dólar
El mercado, por su parte, anticipa una nueva baja de las tasas de interés gradual del nivel actual de 27,25% a 21,75% a fin de año, por lo que espera que el BCRA continúe relajando su política monetaria.
Como contrapartida de esta baja, el mercado espera que el dólar también aumente por encima de los $ 20 y se ubique en un rango de entre $21 a 23 pesos.
Un aumento de las expectativas de inflación demandará una compensación del lado de la tasa de interés para mantener el atractivo de los instrumentos en pesos. El otro tema que se debe analizar es la suba en las expectativas sobre la evolución de la inflación núcleo, que el Banco Central observa para subir o bajar la tasa de interés. La muestra del REM de enero mostró un alza de 14,9% a 16,9% para el año.
El relevamiento muestra un dato preocupante que es la caída en las expectativas de crecimiento económico para este año que pasaron del 3,2% a 3%.
En los últimos meses varios analistas locales y del exterior han dado señales de alerta, advirtiendo sobre la volatilidad de las correcciones en los mercados de acciones y bonos, prácticamente diarias desde los principales bancos del mundo y locales. La aceleración del ritmo de suba de la tasa de interés americana ante las expectativas de una política monetaria más dura es uno de los mayores riesgos que afrontan los mercados del mundo y la Argentina ya está en la mira.