El mayor desarrollista del interior del país nació, casi por casualidad, en San Juan durante 1977.  Hoy el Grupo Ecipsa, con Jaime Garbarsky, hijo del fundador al frente, entregó 13.500 unidades habitacionales, acumula 100 emprendimientos y 26 en ejecución y tiene presencia en seis países.

Podría decirse que nació casi gracias a una casualidad y en ese momento nada hacía pensar que el novel emprendimiento se transformaría la desarrollista más grande del interior del país, que ejecuta algunos de los más grandes proyectos de la Argentina y de otros países.

Ocurrió en 1977, cuando aprovechando una operatoria ofrecida por el Banco Hipotecario, un amigo del sanjuanino Marcos Garbansky le propuso asociarse para utilizar unos terrenos que éste poseía y edificar viviendas. La idea funcionó y otros proyectos fueron apareciendo en San Juan y provincias aledañas.

Cabe acotar que Marcos Garbansky había salido de la más extrema pobreza y en base a trabajo y habilidad para vender se fue transformando en un comerciante reconocido. La incursión en el rubro inmobiliario fue una vuelta de tuerca inesperada.

El hijo, Jaime Garbansky, estaba destinado a ser abogado y se radicó en Córdoba donde cursó toda la carrera de leyes y se recibió.  Sin embargo, no ejercería la abogacía. Volvió a Córdoba y comenzó a trabajar junto a su padre en el desarrollo y comercialización de viviendas.  “Pronto me convencí de que ese era mi camino –recuerda Jaime-, lo llevaba en la sangre”.

No obstante, reconoce que no entendían “nada de construcción; éramos apenas cinco personas en la empresa en esos inicios”.  Desde entonces el Grupo Ecipsa, con Jaime Garbarsky, hijo del fundador al frente, entregó 13.500 unidades habitacionales, acumula 100 emprendimientos y 26 en ejecución y tiene presencia en seis países, incluida la Argentina.  Y las perspectivas son más que ambiciosas: proyectan desarrollar 9.000 propiedades más en 10 años.

Hoy Ecipsa emplea a 370 personas de manera directa y a 3.700 de forma indirecta. Tiene invertidos US$900 millones en tierras y obras y proyecta otros US$1.500 millones en la próxima década.

La expansión

En 1986, la compañía se convierte en pionera en ofrecer financiación propia a largo plazo. Con esa modalidad surge el proyecto Natania en San Juan. Inmediatamente llevaron el modelo a Neuquén y Río Negro. Tres años después, Jaime Garbarsky llega a Córdoba en una visita familiar y le comentan de unas tierras en venta y decide emprender en lo que fue el primer country del interior del país para vivir, Las Delicias.

La propuesta era “de mucho dinero para nosotros, era todo lo que me podía prestar mi padre”, describe el empresario. La zona es La Calera, a 20 minutos del centro de Códoba, ciudad que en aquellos años “terminaba” varios kilómetros antes. Era la época de la hiperinflación del menemismo. “Todos me decían que estaba loco por lanzar un proyecto de esa magnitud en ese momento. Hasta tuve ataques graves  de hipo por el estrés, que debí tratar con inyecciones endovenosas. Pensaba ‘no voy a poder hacer lo que estoy soñando y mi viejo quedará en la calle´”, apunta.

Ecipsa Tower, primer edificio de oficinas inteligente en Córdoba

La “salvación” llegó con un llamado del que era el banco del Grupo Roggio que desembocó en una asociación estratégica que se selló 30 días antes de que el country saliera a la venta. En esos años, además, Ecipsa ingresó al mercado de capitales con la primera emisión de una ON Pyme.

Después se sucedieron varios countries más en Córdoba (Lomas de la Carolina; Valle Escondido y El Bosque a los que más tarde se sumarían TierrAlta Ecopueblo, Valle del Golf y Valle Cercano ). “Nos asociamos con el Grupo Busan, integrado por el exministro chileno Hernán Bucci y la sociedad suiza Valmy Corporation. Nos profesionalizamos al máximo”, asegura el empresario.

En ese contexto ocurrió el lanzamiento Ecipsa Tower, el primer fideicomiso financiero inmobiliario del país con oferta pública y doble calificación para el mercado internacional y la primera securitización de cartera hipotecaria no bancaria con el Grupo Bapro. En 2008 la compañía vendió su sociedad cotizante.

En paralelo el modelo Natania se fue extendiendo a otras provincias como Mendoza, Tucumán, Neuquén y Chubut hasta que en 2015 la desarrollista compra el primer terreno en Buenos Aires, donde se ejecuta MilAires (se presentó oficialmente en 2021 como el mayor proyecto residencial para la clase media de CABA).

                                 También en Paraguay

En los últimos dos años la compañía desembarcó en Paraguay, en sociedad con INMO Desarrollos, la compañía de Giovanni Masulli y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez (invertirán US$110 millones hasta 2027); firmó la exclusividad de Crystal Lagoons para Israel y San Pablo (Brasil), compró terrenos en Florida (Estados Unidos) y prepara desarrollos residenciales en Panamá.

El año pasado compró la mitad de IRSA en Quality Invest, la sociedad propietaria del ex -predio de Nobleza Piccardo de 15,9 hectáreas en San Martín (Buenos Aires), en donde se desarrollará el emprendimiento “de usos mixtos de mayor envergadura de los próximos 20 años de la Argentina”, cuenta Jaime Garbarsky.

El empresario asegura que la “fórmula” de crecimiento de la empresa es la “de la vida: tener la posibilidad de soñar; poner toda la pasión y creer en lo que uno está soñando aun cuando los otros no” y subraya lo que, a su criterio, es la herramienta fundamental “tener un equipo con más habilidades de las de uno; en un país con tantas inclemencias como la Argentina no solo hay que generar negocios en la estabilidad, hay que tener equipo para hacerlo siempre”.

En lo personal, afirma que el peor momento que vivió fue antes del lanzamiento de Las Delicias porque fue una decisión “casi solitaria; nadie me creía nada y estaba la híper”. Compara que “un poco lo mismo” pasó con Buenos Aires. “Ahora nos llueven negocios en CABA”, define.