La innovación tecnológica sigue dejando huella en el agro. Y una de las propuestas más disruptivas de los últimos años surge de Argentina, donde Agrotoken, la startup fundada en 2020 por el ex polista Eduardo Novillo Astrada y el ingeniero Ariel Scaliter, logró conectar el mundo de los criptoactivos con la economía agrícola. ¿El resultado? Granos que ya no quedan inmovilizados en silos, sino que se convierten en tokens digitales con múltiples usos: inversión, ahorro, compras o garantía crediticia.

“Nos dimos cuenta de que había una posibilidad muy grande de digitalizar o tokenizar los granos y, al mismo tiempo, una oportunidad para el productor de hacer líquido un activo inmovilizado”, comienza explicando Novillo Astrada.

Un ecosistema tokenizado para el campo

El modelo que propone Agrotoken combina tres pilares: productores, acopios/exportadores y comercios adheridos. La dinámica es simple pero potente: por cada tonelada de grano entregada en un acopio, se genera un token digital —SOYA (soja), CORA (maíz) o WHEA (trigo)— que puede usarse como medio de pago o respaldo financiero. Cada token está respaldado uno a uno por el grano físico, validado mediante el sistema PoGR (Prueba de Reserva de Granos), que opera sobre la blockchain de Ethereum.

Este esquema permitió ya la tokenización de 230.000 toneladas de granos, con operaciones por más de 70 millones de dólares, involucrando a 1.000 productores, 40 acopios y 250 comercios en Argentina y Brasil.

Además, desde fines de 2023, Agrotoken firmó un acuerdo con el Grupo Matba Rofex para publicar índices de precios de los tokens de soja, maíz y trigo, lo que añade transparencia y referencias en tiempo real para operaciones comerciales.

Inversión y expansión regional

En 2024, Agrotoken consolida su crecimiento con una ronda de inversión de 12,5 millones de dólares, respaldada por pesos pesados como Bunge Ventures, Visa y Xperiment Ventures. La empresa se ha transformado en una infraestructura de tokenización de activos reales, con proyectos que incluyen etanol, caña de azúcar y créditos de carbono.

Aunque la operación nació en Argentina, hoy tiene su base principal en Brasil, donde encontró un entorno regulatorio y tecnológico más propicio. “Brasil está mucho más avanzado en digitalización financiera. Será el primer país con una economía completamente tokenizada”, asegura Novillo Astrada.

Agrotoken también logró alianzas clave con bancos como Santander —que ya otorga préstamos garantizados en granos— y con Visa, con quien lanzará una tarjeta que permitirá realizar compras directamente con granos tokenizados, incluyendo cashback en criptomonedas.

Mirada global

Los próximos pasos apuntan a expandir el modelo a otros mercados clave: “Ya realizamos nuestra primera operación en Brasil y el siguiente objetivo es Estados Unidos. Queremos estar presentes en los tres principales países productores de granos del mundo”, señala su CEO.

En tiempos de incertidumbre económica y financiera, Agrotoken representa un caso ejemplar de cómo la tokenización de activos reales puede brindar nuevas herramientas de liquidez, financiamiento y eficiencia al ecosistema agroindustrial.