El presidente Macri anunció que la empresa estatal firmó el contrato con las autoridades holandesas para construir la obra de alta tecnología, que tendrá un uso medicinal. Es el sexto reactor que exporta INVAP, con la expectativa de convertirse en líder reactores médicos y sustentables.
La historia de Invap ha ido siempre a contrapelo de la del Estado al que pertenece: Argentina. Durante su existencia, el país ha ido a la deriva y errado en políticas económicas y sociales, espantado a sus científicos en épocas de militares ultramontanos y engordado una burocracia ineficiente para tapar las carencias laborales. En cambio, Invap es una “rara avis” que se ha concentrado únicamente en la experimentación científica y en ganar mercados en el exterior con productos tecnológicos de enorme valor agregado.
Mientras el Estado argentino muestra diariamente un déficit alarmante en todas sus áreas, INVAP facturó $ 3.200 millones en el último período (logrando así 16 años de superávit consecutivos). Previamente Invap ya había fabricado reactores para Perú (1977-78), Argelia (1985-89), Egipto (1992-98) y Australia (2007), así como el reactor RA-6 en Argentina. Actualmente se encuentra construyendo el reactor de investigación RA-10 en Ezeiza, Argentina y otro similar en Fortaleza, Brasil.
Pioneros en Energía Nuclear Sustentable
El último emprendimiento de la empresa estatal que se radica en la paradisíaca ciudad de Bariloche, provincia patagónica de Río Negro, es un reactor productor de radioisótopos para uso medicinal, que ha ganado un contrato por € 40 millones en Holanda, para que se construya una instalación en su país.
Debido a que Holanda maneja los más estrictos estándares mundiales sobre desarrollo sustentable en la industria nuclear, Argentina estaría liderando de esta forma un nicho que tendrá enorme importancia en el futuro.
El encargado de hacer el anuncio fue el propio presidente Mauricio Macri, al terminar un encuentro con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, y la Reina de los Países Bajos, la argentina Máxima Zorreguieta, en el marco del Foro Económico Mundial de Davos.
Para dimensionar la importancia de la planta en cuestión, basta saber que permitirá el tratamiento de 30.000 pacientes diarios en toda Europa en una primer fase y que se estima que el valor total de la obra ascienda finalmente a € 300 millones en cuatro años.
La Fundación Pallas, propietaria del reactor, llevó adelante la licitación y licenciamiento de la nueva planta que reemplazará el anterior ubicada en las cercanías de Ámsterdam y que ya cuenta con 60 años de antigüedad.
En la firma original del contrato por el reactor, estuvieron presentes el CEO de la Fundación Pallas, Herman Van der Lugt y el de Invap, Vicente Campenni. Acompañaron además el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck y el embajador argentino en Holanda, Héctor Horacio Salvador.
