Se realizó nuevamente en el Banco de la Nación Argentina el acto concebido hace 31 años, como reconocimiento y mensaje de aliento para las empresas que llevan la producción argentina al exterior. Si bien hemos mejorado en tener una cultura exportadora, falta una política estratégica de Estado.
Desde 1987 Prensa Económica tuvo la convicción de que no era posible un desarrollo sustentable para el país, sin un fuerte y sostenido crecimiento de la actividad exportadora. Una y otra vez hemos afirmado desde este lugar, a veces predicando en el desierto, que el aliento continuado a las exportaciones debía ser una verdadera política de estado. Y bien, al cabo de todos estos años, comprobamos que sigue habiendo casos de éxito individuales en el sector exportador, como los que representan las empresas hoy premiadas, pero en cambio no podemos celebrar una historia de éxito global en el desempeño exportador del país.
La Argentina genera hoy alrededor del 0,8 por ciento del producto mundial, pero apenas llega al 0,3 por ciento de las exportaciones globales. Sin duda, es mucho el terreno a recuperar.
En la coyuntura, hay un alivio para uno de los problemas de competitividad de la producción nacional: el atraso del tipo de cambio. Pero la competitividad es sistémica y el tipo de cambio es solo uno de los factores. Subsisten problemas como la tasa de inflación, la tasa de interés y sobre todo la falta de certidumbre. Un escenario volátil, poco predecible, no es el mejor marco para proyectos de negocios internacionales, que requieren de alianzas con terceros en el mundo.
Lograr competitividad exige soluciones para problemas tales como la excesiva carga fiscal, la compleja legislación laboral, la falta de sofisticación en el funcionamiento de los mercados, las carencias de infraestructura.
Hoy Argentina muestra intenciones de amigarse con el mundo y hay evidentes progresos en ese sentido. El gobierno actual muestra mayor sensibilidad con respecto al valor estratégico de las exportaciones, pero falta mucho en el plano de los resultados concretos.
El desafio es enorme y es doble: para el sector publico que debe brindar el marco favorable y para el sector privado que debe poner el esfuerzo, la inversión y hacer del mundo su mercado.
Dicen que la crisis genera oportunidades. La crisis que se ha presentado este año es una buena oportunidad para que por lo menos un sector importante de la sociedad y de la dirigencia política acuerde en dos puntos: 1) Que el estado no puede gastar mas de lo que recauda y 2) que la crónica escasez de las divisas que la Argentina necesita para crecer, únicamente se resuelve exportando mas.
Por eso , mas que una política de estado debe ser una verdadera obsesion para este gobierno, para el que lo suceda y para varios gobierno mas, la consigna exportar, exportar, exportar.