En un hecho inédito en la historia, la vida laboral se prolonga cada vez más. Se estima que también la economía podría beneficiarse, sumando al menos unos US$ 3.500 millones extra al PBI, sólo en el caso de países de la OCDE.
Según el último Índice de la Edad de Oro (“Golden Age Index”) de la consultora global PwC, se estima que entre 2015 y 2050, la cantidad de trabajadores de más de 55 años en los 35 países pertenecientes a la OCDE, crecerá casi 50%, con lo que se llegará a alrededor de 500 millones de individuos activos de esa franja etaria. De este modo, la prolongación de la vida laboral de las personas, reflejo de la mayor edad de la población, podría liberar una enorme riqueza del orden de los US$ 3.500 millones.
Las tasas de empleo actuales para trabajadores entre 55 y 64 años de edad varían considerablemente en todo el organismo de cooperación internacional: desde el 84% de Islandia y el 78% de Nueva Zelanda hasta el 38% de Grecia o el 34% de Turquía. Son precisamente Islandia, Nueva Zelanda e Israel los países que marcan la tendencia en cuanto a mayores tasas de empleo entre los trabajadores de mayor edad.
El índice elaborado por PwC, analiza el desempeño de los países de la OCDE en la promoción de la participación de personas de mayor edad en la fuerza laboral. Si la tasa de empleo de personas mayores de 55 años aumentara se lograría un gran estímulo económico que, combinado con beneficios sociales y de salud significativos, permitiría que las personas mayores tengan una vida más activa y aumenten su autoestima al continuar trabajando, si así lo desearan.
Las formas posibles de concretar esos beneficios que tiene un Estado incluyen: reformar los sistemas de jubilaciones y ofrecer incentivos financieros para propiciar un retiro más tardío. Varios países ya están dando prioridad a estas medidas, entre las cuales se encuentran: aumentar la edad de retiro, dar apoyo al trabajo flexible, mejorar la elasticidad de las jubilaciones y ofrecer capacitación y soporte para ayudar a los trabajadores de más edad a adoptar las tecnologías digitales.
Las conclusiones del informe citado son, que tanto los incentivos financieros, como una política de pensiones y beneficios familiares, pueden influir en la decisión de las personas de continuar trabajando, y que una mayor expectativa de vida se asocia a una vida laboral más larga. El estudio también muestra que las opciones de retiro parcial y trabajo flexible pueden reportar ganancias para los empleadores, al igual que el rediseño de fábricas, oficinas y roles en respuesta a las necesidades cambiantes y preferencias de los empleados mayores.
Un área adicional que el último “Golden Index Age” examina se refiere a las implicancias para los trabajadores de más edad del uso creciente de inteligencia artificial y tecnologías de automatización en el lugar de trabajo. Se halló que estas tecnologías aumentan tanto las oportunidades potenciales como los desafíos para quienes superan los 55 años.
Hay que pasar la próxima década
Hasta el 20% de los puestos existentes de trabajo para mayores de 55 podrían estar en riesgo por la automatización durante la próxima década, por ello, la reeducación profesional y la formación permanente serán cruciales para posibilitar que los trabajadores de más edad aprovechen las oportunidades de empleos nuevos que se crearán con la inteligencia artificial y tecnologías relacionadas.
Consultado José M. Segura, economista en jefe de PwC Argentina, sobre las implicancias a corto plazo del avance tecnológico, advirtió: “La tecnología de inteligencia artificial puede fomentar el crecimiento económico, generar más demanda de trabajo y sostener una vida laboral más prolongada mediante el uso de plataformas digitales que permitan a los trabajadores mayores promover sus habilidades en el mercado. Sin embargo, nuestras estimaciones parecen indicar que estos empleados efectivamente enfrentan un riesgo más alto de automatización de sus puestos, en comparación con otros grupos etarios; hasta el 20% de los empleos existentes para mayores de 55 estarían en riesgo potencial por automatización durante la próxima década. Las medidas que den soporte a la reeducación profesional y la formación permanente para los trabajadores de más edad, serán un factor crítico para maximizar las ganancias de estas tecnologías y al mismo tiempo mitigar los costos”.
Para consultar el informe completo: www.pwc.co.uk/goldenage