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ENTREVISTAS

“Cuando se cambian las reglas de juego, primero se destruye y luego se crea”

UNA CHARLA A FONDO CON RICARDO ARRIAZU, UNO DE LOS ECONOMISTAS Y CONSULTORES MÁS RESPETADOS, PERMITE QUE LO ENTREVISTE PRENSA ECONÓMICA, A PESAR DE SER CONOCIDO POR NO BRINDARLAS A LOS DEMÁS MEDIOS.

PRENSA ECONÓMICA: Supongamos por un momento que usted es un consultor externo y tiene que recomendar tres o cuatro puntos clave para invertir en el país….

RICARDO ARRIAZU: Primero preguntaría por lo más visible: porqué Argentina tiene un proceso de decadencia frente al resto del mundo que ya lleva 70 años y por qué han tenido gobiernos y políticas tan distintas: proteccionistas, aperturistas, librecambistas, totalitarios, democráticos, de todo. Estas cosas son las primeras que ve un inversor desde el exterior. Hay detalles más profundos que no se está tomando en cuenta. Hay tres factores fundamentales: el primero es el carácter rentístico de la sociedad argentina, que históricamente viene de la época colonial. En EE.UU. los inmigrantes eran granjeros y agricultores; que hicieron un acuerdo con el gobierno, un pacto social para establecer qué daba y qué cedía cada uno.  En Argentina fue siempre, “qué me das?”.  En la colonia se ponían impuestos a los minerales del Alto Perú. Ahí se generó esa idea de que todo es “qué” me das y yo “no tengo que dar nada”. Cuando me enteré del descubrimiento del yacimiento de Vaca Muerta comencé una campaña, no solo sobre los efectos positivos, sino también los negativos, por ejemplo el rentístico, algo que ya sucede. Nuevamente la idea de “me tienen que dar, yo no tengo que producir”. La torta así no crece. Pero Argentina es tan rica, que nunca quebramos.

-PE: Como siempre se dijo; “una buena cosecha nos arregla todos los problemas”…

Arriazu: Ese es el segundo gran tema: en Argentina el campo es tan productivo, que en condiciones normales, el tipo de cambio de equilibrio es mucho más bajo de lo que la gente cree. Todo el mundo compara con las décadas del 70 y del 80, que fueron épocas de salida de capitales. Por supuesto en ese contexto el tipo de cambio se va para arriba. Pero no queremos ese tipo de ajuste. Entonces la pregunta es cómo hacemos para que puedan sobrevivir y adaptarse el resto de los sectores haciéndose  más productivo. Argentina es proteccionista desde fines del siglo 19 y eso no ha cambiado.

-PE: ¿Y cuál es el tercer factor que explica el retraso relativo de la Argentina?

-Arriazu: El tercer factor es la famosa lucha por la distribución del ingreso entre capital y trabajo. Existe un ideal, un periodo mítico del 50% del PBI de participación de la masa asalariada en el PBI. En realidad si uno mira hoy las cuentas nacionales encuentra un 52% de participación pura de la mano de obra, más seis de participación mixta. Estados Unidos tiene 70% de participación de la mano de obra. Pero mientras no baje nuestro alto costo del capital, el 58% es insostenible, eso la lo llama “atraso cambiario”, la falta de competitividad, la crisis de las economías regionales. Entonces qué hacemos. De golpe entramos en crisis y devaluamos, lo que hace bajar el salario real, en consecuencia se reduce la participación de la mano de obra al 30/35% del PBI.  Mientras la economía empezaba a recuperarse, se comenzaron a dar aumentos de salarios por encima de la productividad (atraso cambiario) y el mismo proceso se repite en ciclos de unos diez años. Pero nunca tiramos todos para adelante. Campo, industria, servicios, podrian hacer un plan bien pensado para que progresemos…  Pero siempre prima la obsesión de sacarle al otro y esa es la causa de la decadencia argentina.

PE: ¿Tenemos algún punto a favor como punto de partida en la actual coyuntura?

-Arriazu: Si, tenemos ventajas. En primera instancia, Argentina tiene un pequeño déficit en cuenta corriente –creciente- que posiblemente sea mucho menor de lo que se cree, porque siempre que hay controles de capitales, estos salen a través de la mentira. La cuenta corriente es la diferencia entre el ingreso y el gasto de un país. Eso implica que el país, como un todo, no está viviendo financieramente más allá de sus medios. O sea que no necesita un ajuste global, necesita que un señor que está gastando demás e ineficientemente gaste menos y que otro sector que está gastando de menos y se lleva la plata, deje de llevársela y gaste en inversión.  Es una gran ventaja.

La segunda ventaja es que Argentina es un acreedor neto del mundo. Tenemos una de las deuda del sector público más-que en realidad no es tan baja como se dice porque hay que incorporar cosas no contabilizadas-, pero el sector privado es claramente superavitario. La pregunta es: por qué. Y porque no confía… Pero esto es una gran cosa, porque significa que en realidad tenemos los recursos.

-PE: También están los recursos naturales…

-Arriazu: Por supuesto. Argentina tiene –supuestamente- uno de los recursos de hidrocarburos no convencionales más grandes del mundo, el segundo técnicamente recuperable. Por otro lado, es imposible que el 75% de los minerales estén del otro lado de la cordillera de los Andes, y no del nuestro, si hay una tierra con buen régimen hídrico, y dos metros de humus.               “Potencialmente”, Argentina es fenomenal. Ya hizo la reforma de subir la edad jubilatoria a los 65 años, que en el mundo es tan importante. O sea, tiene todas las condiciones, pero puede pretender hacer cosas intensivas en mano de obra, porque el costo de su mano de obra no se compara con Bangladesh. Sí es cierto que somos italianos que hablamos castellano, con sectores de Diseño y de Innovación que deberían destacarse, uno tiene que tomar el lugar intermedio.                                          Durante mucho tiempo seguiremos siendo exportadores de materias primas. Lo que tenemos que hacer es aprovechar las ventajas que tenemos para acumular capital e ir mejorando la productividad de la industria.                                                    La cuarta ventaja es que en el mundo hay un cambio estructural permanente, que primero bajó la participación de la agricultura porque las tecnologías permiten que las cosechas den de comer a más gente. También bajó la participación de la Industria y lo que crece hoy son los Servicios. Entonces, Argentina tiene que saber en cuál de los sectores de servicios puede ser competitiva. Hay cosas para aprender de Australia y Canadá, ventajas y  desventajas. La desventaja con Canadá es la ubicación geográfica, la ventaja es el clima y la calidad de la tierra. En Australia tienen la desventaja de la distancia, pero igual está cerca de China. Tenemos que ver como compensamos.

-PE: ¿Es necesaria alguna planificación por parte del Estado?

-Arriazu: Sí por planificación entendemos que un burócrata diga qué es lo que tenemos que producir o importar, eso ya fracasó en Argentina y el mundo. Si, en cambio, significa mirar la dinámica de los procesos a 10, 20, 30 años, eso es imprescindible. Ese tipo de planificación es indispensable.

-PE: ¿Cómo se inserta nuevamente el país en el mundo y el comercio?

Arriazu: Los diez países que más crecieron lo hicieron por su participación en el comercio mundial. Abrirse al mundo genera más empleo, más riqueza, más servicios secundarios. La cuestión es cómo insertarse. Porque cuando cambio las reglas, primero destruyo y después creo. Entonces tengo un problema de transición. Lo segundo es de qué forma me integro: unilateral, multilateral, etc. En el año 1992 hice un trabajo para el viejo Consejo Empresario Argentino, dos tomos que versaban sobre la inserción de Argentina en el mundo. Claramente, los tratados de libre comercio, son mucho mejores que hacerlo en forma unilateral, pero unilateral es mucho mejor que cerrarse.

-PE: ¿Tiene futuro el Mercosur?

-Arriazu: Argentina y Brasil son países complementarios. En realidad el comercio entre ambos debería permitir un gran beneficio mutuo. Cuando se hace sustitución de importaciones, las empresas se radican donde está el consumo, que en Argentina es Buenos Aires. Si yo tuviera Mercosur, tendría cinco lugares de consumo. Si uno mira la evolución demográfica de los últimos 20 o 25 años, se ve clara la relación. Debería haber un verdadero acuerdo, porque ampliaría el mercado de una manera fenomenal.  A Brasil le vendemos trigo, manzana…cosas que podríamos vender en cualquier parte del mundo y otros productos que les vendemos porque hay acuerdos especiales entre los dos países. Sacando eso, lo demás se lo venderíamos a cualquier país del mundo, de modo que es importante el comercio bilateral, pero no tanto. No obstante, debería haber un acuerdo mas profundo, pero para eso hay que abordar el problema en su integralidad.

-PE: La apertura de la economía aplicada en la Argentina en los años 90´, redundó en destrucción de una parte de la industria local y en desocupación…

-Arriazu: Como dije recién, cuando se cambian las reglas de juego, primero se destruye y después se crea. Hay que estudiar con cuidado los números de ese periodo: participación de la industria en el PBI (que no es tanto como se dice). Hoy en día la participación de la industria no es mucho mas grande de lo que fue en el peor momento crítico. Pero existe la impresión de que fuera muy distinto. Obviamente si yo estoy protegido, lo que llamo “tener la licencia para cazar en el zoológico”, tengo un “mercado cautivo”. Ahora, ¿hay algún aumento de productividad? En el momento de la apertura en cambio, el aumento de la productividad fue del 6% anual. El que sobrevivió se adaptó y se volvió competitivo. Ahora vaya a contarle esta historia al que no sobrevivió.  Todo esto hay que hacerlo en forma muy planificada, pero por lo pronto hay que estudiar muy bien los números del pasado. Todo el mundo habla del famoso desempleo del 26%, pero se olvidan que al aumentar la edad jubilatoria, se agregó un millón de personas a la oferta laboral. Cuando uno mira desde el lado del empleo, lo que resulta es muy distinto que cuando se mira del lado del desempleo. Todas estas cosas están en mi libro sobre la crisis argentina. Pero no es momento para discutirlo. Hoy en día la opinión pública es lapidaria en una dirección.

PE: ¿Qué es lo primero que se rompería en Argentina?

Arriazu: Lo primero que se destruye es la industria artificial. Y entonces viene el otro argumento: la industria da empleo y el campo no.  En realidad hoy el mayor generador de empleos es el sector servicios. Entonces hay que estudiar bien los números, porque sino sólo es ideología vacía e intereses especulativos.

-PE: ¿Porqué subieron los precios (y por qué están bajando) y cuál es el impacto macroeconómico que tiene la suba/baja de precios?.

-Arriazu: Los commodities cotizan en dólares, por que es fundamental lo que le pasa al dólar en relación con las otras monedas.  Cuando se devalúa, los PBI en dólares de todos los países y hay más plata para comprar materia prima al mismo precio. Eso hace subir los precios.  Cuando el dólar se revalúa pasa exactamente lo contrario. Hubo un gigantesco error de política monetaria, con la devaluación del dólar a partir de 2004-2005, que es cuando Estados Unidos bajó la tasa de interés y Europa la estaba subiendo. Esto nos benefició enormemente a los países emergentes. Ahora pasa exactamente lo contrario. Estados Unidos está por subir la tasa, Europa bajando, el dólar se está fortaleciendo y en consecuencia bajan los precios de las materias primas. A esto hay que agregarle condiciones propias de cada mercado. Por ejemplo, en el mercado petrolero, el año pasado sobraron 700.000 barriles diarios. Este año están sobrando 1.500.000 barriles diarios. Hasta que no desaparezca ese excedente, el petróleo no va a subir. Y además esto ocurrió cuando el PBI mundial está cayendo en términos de dólar –no de volúmenes-.

  -PE: ¿Cómo es la mecánica?

-Arriazu: Supongamos que surge el precio de la soja.  El productor de soja tiene más dinero porque lo que exporta vale más.  Por lo tanto, tiene más dinero el gobierno y la balanza comercial se vuelve superavitaria en términos de dólares, aunque no en volumen. Qué hace el productor sojero con ese dinero? Paga deudas, repaga su campo, se compra la camioneta, la maquinaria agrícola y con el excedente compra construcción. Automáticamente eso genera una demanda adicional de  inmuebles, de automotores y de maquinaria agrícola, que dispara la demanda de acero, de cemento y de mano de obra.  Con lo cual la actividad económica comienza a subir. El gobierno vuelve a mejorar porque recibe más dinero de los sojeros como del resto de la economía. Como esto pasa después de una crisis, el gobierno es prudente en el gasto, entonces pasa a superávit fiscal. ¿Qué hacen los mercados mundiales?. Dicen: mirá estos países están creciendo más, tienen superávit fiscal y externo, acá está el futor. Y entonces empiezan a entrar los capitales, que compran activos, sube el precio de los activos, aumenta la riqueza de ese país. Parte del dinero va al sistema financiero, que lo presta, aumenta la demanda y el gobierno dice: ahora estoy realmente en condiciones de cumplir mis ambiciones y de satisfacer las necesidades de la gente.  Y entonces comienza a gastar.  Los prudentes se guardan el dinero, los semi prudentes lo gastan en inversión y los imprudentes lo gastan en consumo.       Al entrar los capitales, además, los países se empiezan a preocupar por el efecto inflacionario de ese ingreso de capitales, que es una tontera pero lo hacen.  Y entonces, siguiendo las reglas de las metas de inflación, todos comienzan a revaluar sus monedas, con lo cual aumentan los PBI en dólares. En ese momento todos se sientes fenomenales y la popularidad de los gobiernos también es fenomenal.  De golpe caen los precios internacionales por lo que dije antes. Entonces el sojero tiene menos plata y gasta menos, cae la demanda de automóviles y de construcción y el empleo deja de crecer.  El gobierno recauda menos, porque las exportaciones valen menos y hay menos actividad económica.  La balanza comercial se va a déficit, porque en el boom yo importé y ahora lo que caen son los productos que  yo exporto. Entonces vienen los extranjeros y dicen: ahora no crecen, tienen déficit fiscal y en cuenta corriente, salgamos corriendo.

En el primer caso es el de la famosa tapa de The Economist, en la que aparece Brasil en un cohete yendo para arriba y el segundo caso es la segunda tapa de The Economist, con el mapa de Brasil y el cohete dándose vuelta y cayendo a tierra.  En ese momento los inversores huyen, caen todos los precios de los activos, con lo cual hay menos actividad económica. ¿Qué hacen los países? A devaluar, todos los países de América latina están devaluando. En ese instante, cae la popularidad de todos los gobiernos.

Esto que acabo de describir, que es una caricatura fácil, se aplica a cualquier país emergente  y de América latina y se aplica también a Argentina. Y es exactamente lo que ocurrió en el pasado. Con la única diferencia que en el pasado en los momentos buenos nos endeudábamos. Esta vez América latina fue más prudente, algunos hicieron fondos anticíclicos, otros aprovecharon para cambiar la composición de la deuda y no se endeudaron, algunos se consumieron todo. Con lo cual no vamos a tener una crisis global de países emergentes como la del 82, ni vamos a tener la secuencia  del 97 en adelante, cuando cayó Asia, Rusia, México, Brasil y Argentina.  No va a  haber eso, pero sí una fortísima desaceleración con enormes problemas políticos.  Dilma tiene 14 pedidos de impeachment y tiene 7 por ciento de popularidad.                                                                            El más prudente, el que formó un fondo anticíclico puede compensarlo, porque gasta ahora lo que ahorró antes, el semi prudente, que invirtió, al menos esas inversiones le van a permitir seguir adelante.

-PE: ¿Porqué hay problemas con el sistema jubilatorio en todo el mundo?

-Arriazu: Hay un factor estructural importante y es el tema demográfico. Si se toma del 80 para acá, los países emergentes crecieron al doble que los países desarrollados. En los 2000, ayudados por los precios internacionales, crecieron al triple. Las mismas condiciones que hicieron que crecieran al doble siguen estando presentes.  En los países, hay tres factores de crecimiento: el crecimiento del stock de capital para la misma tecnología, aumento de la productividad, que implica que el mismo stock de capital puede producir mucho más y aumento del empleo.                                                                                  El factor demográfaico está haciendo que la población en los países desarrollados no crezca y en algunos países que caiga. Por lo tanto, excepto por migración, no pueden crecer por ese lado. En segundo lugar, la tasa de inversión cae porque la tasa de ahorro cae, porque los que ahorran son los jóvenes y los viejos tienen que desahorrar.  Entonces si yo me estoy volviendo viejo no tengo como financiar, y lo que la gente no sabe es que la tasa de ahorro de los países emergentes es el doble que la de los países desarrollados y lo que tampoco saben es que en realidad los emergentes financian a los desarrollados. ¿Pero  y los capitales externos que ingresan?  Son los mismos que huyeron por falta de credibilidad, colocándolos a una tasa ridícula, lo toman las empresas internacionales y lo vuelven a invertir acá.  El que logró romper ese círculo tiene financiamiento asegurado propio y más barato.                                                                 Y el tercer factor es que la productividad crece a un cierto ritmo. Si yo estoy lo que se llama dentro de la frontera de producción, es decir no estoy usando las últimas tecnologías, yo puedo crecer rápidamente usando las tecnologías existentes. El que está en la frontera solo puede hacerlo usando las nuevas tecnologías. Por ejemplo, el año de más crecimiento de la capacidad productiva china fue el 95, con 14,5por ciento. Más del 50% estuvo explicado por aumento de la productividad.  Ahora China ya no puede crecer al mismo ritmo, porque los 300 millones que tenían de excedente que iban del campo a la ciudad ya no están, porque ya está cerca de la frontera de la tecnología y porque el mundo le está diciendo ahorrá menos y consumí más. Esa es la razón por la cual China se está desacelerando y ahora la India seguramente pasará a ser el dínamo de los emergentes.  Pero mi impresión es que una vez pasado este ajuste de precios y lo que implica bajar el consumo a su nivel sostenible, los países emergentes van a volver a crecer más que los desarrollados. En realidad lo están haciendo todavía, por ejemplo este año que es malo, los países emergentes están creciendo al 4,5% y los países desarrollados al 2,1%.

-PE: ¿Cuál debe ser el rol de las políticas internas de los países?

-Arriazu: Está claro que  en un país exportador de materias primas, los ciclos de precios internacionales son mucho más importantes en los países que no lo son. Todos ahora hablan de los países emergentes… Canadá acaba de entrar en recesión. Su tipo de cambio que estaba cerca de uno se fue a 1.31.  Australia está entrando en recesión.  Ya es para todo país exportador de materia prima.  Lo que deberíamos hacer es saber que estos son ciclos y ahorrar en los momentos buenos para los momentos malos.  Eso permitiría que las políticas internas sean las dominantes, porque entonces yo aislo el problema de los ciclos internacionales. Que son el fondo anticíclico de Chile o los que acumulan reservas o cosas por el estilo.                                      El problema es que los países emergentes lo que hacemos generalmente es amplificar los ciclos. Como en los momentos buenos todo el mundo les quiere prestar, todo el mundo pide prestado y no se dan cuenta de cómo es el ciclo.  Yo diría, no estamos condenados a depender puramente del ciclo internacional, pero el impacto es muy grande y hay que saber manejarlo.

-PE: ¿El tipo de cambio es una herramienta para manejar los ciclos?

-Arriazu: Yo soy mucho más partidario de manejar la situación fiscal, con el fondo anticíclico. En Chile el mecanismo era que había que tener un superávit fiscal calculado con el precio del cobre, que era 2,10. Entonces cuando el precio se fue arriba de 4 dólares la libra, automáticamente todo eso iba a un fondo anticíclico.  Eso permite tener muchas menos fluctuaciones del tipo de cambio real y nominal.  En segundo lugar el tipo de cambio real es el inverso del salario real y yo tengo que manejar la política salarial en función de los aumentos de productividad. Y no puedo dar aumentos de salarios porque de golpe yo tengo estos beneficios, que después se van a dar vuelta y voy a quedar completamente desubicado en términos de competitividad, porque al principio lo puedo subsidiar con los precios altos pero después se me plantea un problema de tipo de cambio. Si yo manejara prudentemente los equilibrios macroeconómicos, eso por definición me da un tipo de cambio estable.  Yo no soy partidario de revaluar cuando los precios son favorables y devaluar cuando bajan, porque eso produce enormes cambios de precios relativos.

-PE: El año pasado hubo problemas con las paritarias. Este año la oferta disponible es mucho menor, en medio de un gran ajuste. ¿Cuál cree que será la estrategia de la administración Macri?

-Arriazu: La gente siempre va a pedir más y cree que lo que le falta es problema del egoísmo ya sea del gobierno, de las empresas o de quien sea. No se dan cuenta que el nivel de vida es un problema relacionado con el tamaño de la torta, mucho más que con la distribución. Yo puedo conseguir una mejora temporal con un tema de distribución, pero si eso me afecta la inversión y en consecuencia después el tamaño de la torta, el resultado es que tengo una mejora hoy para empeorar mañana. La gente reclama en todas partes del mundo, es natural en el ser humano. El problema es cuando los gobiernos no se dan cuenta como tienen que equilibrar esas demandas y como tienen que hacer el progreso de a poco en base a prudencia, sacrificio y esfuerzo. Si usted toma los diez países que más crecieron en los últimos 50 años y lo compara con los diez países que menos crecieron en ese lapso, ¿Dónde están las diferencias? NO es un problema de recursos naturales, en algunos casos sí, pero básicamente: el nivel de gasto público es mucho más bajo en los que crecen más que en los que crecen menos. En segundo lugar: los equilibrios macroeconómicos, este es estable este es inestable.

-PE: ¿Cómo se soluciona el problema de los más desfavorecidos por el sistema?

-Arriazu: Intentar dar imprudentemente es un impulso humano, pero a la larga terminan perdiendo los que recibieron y los que no. Pero cómo se hace para transmitir eso cuando la gente vota en función de su bolsillo y el que más promete es el que gana. Tomemos el caso de Grecia, un país que venía creciendo con superávit en cuenta corriente, con gran sacrificio interno. Y de golpe viene una promesa de reincorporar a todo el mundo, voy a subir los salarios mínimos, voy a nacionalizar todas las empresas y la banca, voy a alojar a los homeless en los bancos y en las iglesias. La gente los votó enseguida.  El tema es quién iba a financiar ese gasto. El problema es no solamente que no paga las deudas, sino quien financia tu desequilibrio.  Cual era el típico dialogo entre un alemán y un griego. El alemán dice: vos te jubilas a los 57 años y yo a los 67, vos tenés cuatro aguinaldos yo tengo uno.  Tu salario mínimo es el doble que el mío y yo tengo un ingreso per capita que es el doble que el tuyo. ¿Y vos querés que yo te financie? Suena duro, pero es un problema de voluntarismo.