Mientras la construcción tradicional atraviesa una severa crisis en Argentina, una nueva modalidad crece y se posiciona como la construcción del futuro: la arquitectura modular, que además reduce costos y tiempo.
La actual crisis generada por el impacto del COVID-19, dejó en evidencia la necesidad de transformación de las distintas industrias, y la industria de la construcción no es una excepción. Por eso, en medio de este panorama, un sector de esta industria, el de la construcción modular, protagonizó uno de los mayores hitos sanitarios del país: la construcción simultánea de 11 hospitales modulares en menos de 30 días, tiempo récord a nivel global, demostrando que el sistema modular permite pensar creativamente la construcción para brindar soluciones a las necesidades del contexto actual. La versatilidad de este sistema es aplicable en igual forma a la construcción de viviendas familiares, bancos, hospitales, fábricas, o depósitos industriales.
- El sistema reduce los costos un 30 % respecto del método tradicional.
- El tiempo de una obra puede ser un 50 % o más, rápida que en el sistema convencional.
- Una ventaja clave, el uso de materiales de bajo impacto ambiental.
Por su diseño flexible y adaptable, junto a numerosos beneficios, la construcción modular es una alternativa que cada vez atrae más a los sectores particulares, empresariales e industriales a la hora de expandir, modificar o crear nuevos espacios privados o de trabajo.
“Como método constructivo, por un lado, está el tema del costo, y acá cuenta con una gran ventaja, ya que reduce los costos un 30 % respecto del método tradicional, mientras que también aparece otro factor clave que es el tiempo, y en este caso, los tiempos de obra pueden disminuir en más de un 50 %”, señala Juan Pablo Rudoni, presidente de Ecosan. “Además, lejos de lo que se pensaba años atrás, hoy uno de los elementos clave de su elección es la elevada calidad de los materiales, que suelen ser amigables con el medio ambiente, mientras que su flexibilidad permite reformar una obra en cualquier momento”, concluye.
¿Cuáles son los beneficios del sistema modular?
⇒ Tiempo: Reducción del tiempo total de construcción a 50 %, y más, en comparación con la construcción convencional, posibilitando una mejor administración de materiales y personal para la mano de obra. Este tipo de construcción, en tanto se fabrica en una planta industrial, no es afectado por las inclemencias climáticas, optimizando el tiempo de los procesos, y un mayor control sobre cada etapa, pudiendo gestionar la evolución completa garantizando la óptima calidad del producto final.
⇒ Materiales: En tanto se aboca a innovar el modo de habitar los espacios, la construcción modular pone el foco en proyectos sustentables, lo que implica materiales de altos estándares como vidrio hermético, revestimientos de calidad, perfilería de acero con más resistencias que el hormigón, o composición de las paredes de espuma de poliuretano para una óptima temperatura. Al optar por una fábrica que produce módulos certificados, los niveles de calidad y acompañamiento cumplen estándares elevados de satisfacción.
⇒ Sustentabilidad: La construcción modular se presenta como el proceso de construcción más sostenible. Los edificios son más amigables con el medio ambiente, ya que muchas veces son construidos con materiales reciclados o que no afectan al planeta. Además, el hecho de que sean realizados en fábricas y a partir de determinados moldes, hace que, inevitablemente, su construcción genere menos desperdicio.
⇒ Costos: Una de las grandes ventajas de esta construcción es que, una vez aceptado el proyecto, de los materiales y acabados, el precio ya no sufre grandes variaciones.
⇒ Flexibilidad: Al tratarse de elementos transportables, apilables y reutilizables, los edificios se convierten en estructuras flexibles que permiten la reconfiguración, el aumento o disminución de módulos, e incluso el traslado de los espacios según se requiera en el futuro. Esto habilita la posibilidad de reformas fáciles y adaptables a las necesidades.