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Coronavirus: “Algunas luces de esperanza”

Nadie puede poner en duda el realismo de la declaración del Coronavirus como Pandemia hecho el 11/3/2020 por la Organización Mundial de la Salud. Estamos ante una enfermedad de transmisión sostenida, eficaz y continua. El director general de la OMS recordó una y otra vez que este es un problema global y que todos los países van a tener que poner mucho de su parte para combatir el virus.

Por Mónica Aranda– Coordinadora Académica de la Licenciatura en Gestión de Servicios de Salud de UADE

 

La pandemia de la COVID-19 es una emergencia sanitaria y social mundial que requiere una acción efectiva e inmediata de los gobiernos, las personas y las empresas. Todas las empresas tienen un papel esencial que desempeñar minimizando la probabilidad de transmisión y el impacto en la sociedad. La adopción de medidas tempranas, audaces y eficaces reducirá los riesgos de corto plazo para los empleados y los costos de largo plazo para las empresas y la economía.

Hemos de pensar en los trabajadores de la atención sanitaria, que dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes y evitar infectarse o infectar a otras personas. Y de la actual escasez de suministro (faltan guantes, mascarillas médicas, respiradores, gafas de seguridad, pantallas faciales, batas y delantales) que hace que profesionales médicos, de enfermería y otros trabajadores de primera línea estén peligrosamente mal equipados para atender a los pacientes afectados por la enfermedad. Existe un esfuerzo local e internacional para hacer frente a la demanda inesperada. Foxconn, el fabricante de electrónicos más grande del mundo, hace repuestos y productos electrónicos de consumo que incluyen el iPad de Apple, el Kindle de Amazon y la PlayStation de Sony, y en este momento han reconvertido parte de la producción a máscaras de protección.

Tal vez aún no hemos pensado que -por primera vez en la historia-  estamos viviendo una epidemia a tiempo real. Es necesario informar de lo que está ocurriendo, pero también necesitamos buenas noticias. Entre ellas, la rápida identificación del virus, que data del 7 de enero del 2020. Sabemos quién es. Ya sabemos que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que se le ha denominado SARSCoV2. Y la enfermedad se llama COVID19.

Que, aunque los virus viven mutando, su frecuencia de mutación no es muy alta. También sabemos cómo detectarlo ya que desde el 13 de enero está disponible para el mundo entero el ensayo de RT-PCR. En China por las fuertes medidas tomadas en aislamiento y control la situación está mejorando. También, que el 80% de los casos son leves y la gente se cura, aunque hay criticidad y mortalidad. Y que está claro cómo se inactiva el virus.

Recordemos que la pandemia de gripe de 1918 en un solo año ocasionó entre 20 y 40 millones de muertos. ¿Estamos hoy en la misma situación? Como vemos, muy probablemente no. Sin embargo, no podemos desestimar el virus, y hemos poner en práctica los modos de desactivarlo que hoy se conocen con exactitud, y son de fácil cumplimiento.