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Cómo hicimos para estar entre los peores en libertad económica

¿Porqué Kuwait y Zambia superaron a Argentina en competitividad? ¿Cómo hicieron Paraguay o Haití para tener más libertades económicas que el país? Estas y otras preguntas se debatieron en el lanzamiento del Informe de Libertades Económicas 2014 de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), realizado a través de Agrositio.com por el autor del informe, Martín Lagos, ex presidente del Banco Central y consejero de LyP. Además, acompañaron la presentación el director ejecutivo de LyP, Aldo Abram; la directora de Relaciones Institucionales de Ucema, Diana Mondino; y Ricardo Bindi, de Agrositio.com, que coordinó el debate.
“Para empezar vale aclarar que entre los 38 países más ricos, la franja de población que más gana percibe 10 veces más que el segmento que menos gana. Y eso mismo pasa en los países pobres. Eso significa que el hecho de que un país sea pobre ni siquiera deriva en una mejor distribución de ingreso, porque la distribución es igualmente desigual en pobres y ricos”, explicó Lagos.
Lagos relató la evolución de Argentina en el Ranking de Libertades Económicas, que elabora el Instituto Fraser de Canadá, que sitúa al país entre los países con menos libertad económica, junto a Irán, Algeria, Zimbabwe, República del Congo y Venezuela. “Argentina llegó a estar en el puesto 34 en el 2000 y en el 5° puesto mundial en cuanto a moneda sana e independencia de las instituciones económicas”, explicó Lagos.
El economista Aldo Abram trazó un breve panorama macroeconómico. “La gente interesada en invertir o traer capitales va a esperar que haya un cambio y obviamente que se vaya el cepo, porque el cepo es una suerte de impuesto a la inversión. En este marco, no veo grandes posibilidades de recuperación de la economía para el año que viene”, explicó Abram.
“Mi optimismo respecto del futuro radica en que espero que a partir de esta experiencia que aprendamos de los errores. Porque hoy los argentinos tenemos la extraña creencia que los subsidios y los beneficios que prometen los políticos los deja Papa Noel en el arbolito cada Navidad. Y en realidad lo pagamos nosotros cuando nos sacan el 40% de inflación, que se genera para financiar el gasto público, en desmedro de nuestro bolsillo”, acotó Abram.
“Otro drama de estos años del que espero que aprendamos la lección es el aumento tremendo de la presión impositiva. La presión tributaria aumento 23% puntos porcentuales, se duplicó en los últimos 10 años, todo para financiar el exceso de gasto. Eso significa que el argentino promedio trabaja hasta julio o agosto para el Estado, y el resto del año para así. Con este panorama no es de extrañar que no nos alcancen los sueldos”, explicó Abram.